Breve historia y reseña del Sanatorio Británico de nuestra ciudad
SUS ORÍGENESDifícil es en nuestros días imaginar que el área donde se levanta nuestra Institución era uno de los límites de una urbe o ciudad-puerto en constante crecimiento y que en los inicios del siglo XX contaba con poco más de 150.000 habitantes.
Y para poner en el necesario contexto la realidad de los años y circunstancias en que acontece la fundación de la misma, es útil hacerlo alrededor de dos elementos paradigmáticos y representativos de esa época como son el Ferrocarril y la Colonia de Inmigrantes Ingleses.
El primero y a través del cual se vehiculizaba la creciente actividad agrícolo-ganadera y el nacimiento a su vera de centenares de pueblos, tenía en la Estación Rosario Central uno de sus centros neurálgicos. Frente a ella y a su emblemática torre, con su reloj inaugurado en 1874 dando la hora oficial a todos los rosadnos, se hallaba la residencia del Gerente Administrador del Ferrocarril Central Argentino (F.C.A.) MrWood.
Es de citar la activa participación de representantes de dicha colectividad en la naciente actividad médica de nuestra ciudad y como ejemplo representativo a Mr.Thomas Hutchinson, quien fuera cónsul británico en Rosario en 1861, y tuviera activa participación en la epidemia de cólera de 1867 estableciendo un centro médico en su propia casa y proveyendo de medicamentos y ropas gratis a los indigentes afectados.
En el terreno del Administrador del F.C.A. antes citado y hacia 1916 se construyó el Hospital Británico, en plena Primera Guerra Mundial y como consecuencia de la lógica disolución del antiguo Hospital Enfermería Anglo-Alemana, sito en los terrenos donde ahora funciona el Hospital Agudo Ávila para pacientes psiquiátricos en la esquina de Santa Fe y Suipacha.
Habiendo entrado en disolución la Sociedad constitutiva de dicho Hospital, el predio fue adquirido hacia fines del año 1924 por los Dres. Artemio y Lelio Zeno y el Dr. Oscar Carnes, insignes fundadores de nuestra Casa, quienes inmediatamente iniciaron una serie de modificaciones en la edificación ya existente, para más tarde construir aledaño al mismo otro edificio en base a lo observado en grandes centros de Estados Unidos y Europa y referente a lo más avanzado de la Arquitectura Sanitaria para dicha época.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA DE SUS FUNDADORES
Es indudable que la figura central en la creación de nuestra casa fue el Dr. Artemio Zeno (1884 - 1935)
Su familia había inmigrado desde Verona (Italia), estableciéndose en San Fernando (Buenos Aires) hacia 1884
Se graduó en la Facultad de Medicina de Buenos Aires en 1910 y siguiendo a su Maestro, el eximio cirujano Bartolomé Vasallo (cuya residencia fue donada a la Municipalidad y es donde hoy funciona su Consejo Deliberante), de quién había sido practicante en su último año de estudio, se estableció en Rosario.
Se desempeñó como Médico agregado de la Asistencia Pública (1910), del Servicio de Niños del Hospital Rosario, hoy Clemente Álvarez (1910-1916) y del Servicio de Ginecología y Cirugía de Señoras del Hospital de Caridad, actual Provincial (1910-1912). En 1913 fue nombrado Jefe de servicio de Cirugía de Hombres del Hospital Español, donde ejercía Vasallo y en 1916 Cirujano Consultor del Hospital Británico (predecesor de nuestra Institución) (De GrucciJ. "Semblanza de Artemio Zeno". La Semana Médica, 79° Aniversario. 1972:74-80}
Participó en el nacimiento de la Facultad de Medicina de nuestra ciudad y en 1921 fue nombrado Profesor por Concurso de Patología Quirúrgica y posteriormente en 1923 de Clínica Quirúrgica, cargo que desempeñó hasta su deceso.
También fue parte del primer nucleamiento de profesionales de la Medicina, con la fundación del Círculo Médico y de su Revista (1911).
En dicho año participó de la creación de la Escuela de Enfermeros, colaborando con la enseñanza en la misma.
En 1933 se funda la Sociedad de Cirugía de Rosario y fue elegido como su primer Presidente (figurando en sus archivos con el número Uno de orden y matrícula de dicha Sociedad), siendo además Secretario de la Revista Médica de Rosario, cuyo Director era el Dr. Clemente Álvarez.
Fue Miembro Correspondiente de la Sociedad de Cirugía de París, de Lyon, de Montevideo y del Hospital de Santiago de Chile y Miembro Titular de la Asociación Argentina de Cirugía. En 1926 fue incorporado al American Collage of Surgeon.
Así mismo fue nombrado Médico Asistente en numerosas Clínicas privadas de Inglaterra, Francia, Alemania, Suecia, Austria y Suiza.
Sus trabajos científicos son numerosos y recopilados en parte en un libro, "Escritos Quirúrgicos", publicado en 1935; también en dicho año y poco antes de su muerte se difunde su libro "La Cirugía. Ayer- Hoy", siendo interesante destacar que fue editado por la Cooperativa de Estudiantes de la Facultad de Medicina, donde en interesante descripción incluyó capítulos de apasionante lectura como ser: “Crítica a la enseñanza de la Medicina”, “Síntesis histórica de la Cirugía" y “Nuevas bases de la Cirugía", entre otros.
Es digno de mencionar que en la Sala del Consejo Directivo lindante con Decanato en nuestra Facultad de Medicina (UNR) se expone en una de sus paredes y desde hace décadas, un cuadro posiblemente realizado a inicios de 1924 donde un grupo de profesionales observa una intervención quirúrgica, siendo el cirujano que lleva a cabo la delicada tarea el Dr. Artemio Zeno completando la escena los Dres. Eduardo Carrasco, Rafael Babbini, David Staffieri, Camilo Muniagurria, Pablo Borrás y Clemente Alvarez. (Carrera Fernández, L y D Óttavio, Cattani, Alberto. "El cuadro. Una aproximación narrativa a la discriminación por género" 2008. La Ventana;27S¿58-260). Para otro autor, y en base a la edad de algunos de los protagonistas en la probable fecha de realización de la obra, a pesar de no haber sido presencial, sino evocatiba de los protagonistas de la epoca,en vez de Rafael Babbini, Camilo Muniagurria y Pablo Borrás se retrataría a Rafael Araya, Alberto Baraldi, Lelio Zeno, Teodoro Fracassi y Jorge Bosco (Berra, H.H. "Un cuadro de Fantuzzi. Rev. Med. Rosario. 2012;78:38-41).
Hablaba, escribía y leía fluidamente en inglés, francés e italiano.
Artemio Zeno fue fundador de una nueva Escuela en la práctica quirúrgica, catedrático titular de la Facultad de Ciencia Médicas de Rosario, empresario de la Salud, promotor de publicaciones científicas y de vinculaciones con los principales Institutos de Investigación internacionales de su época, mecenas de artistas (en 1912 participó del grupo fundacional del hoy Teatro "El Círculo" junto a Clemente Álvarez, entre otras personalidades), creador de la primera Fundación Médica de Latinoamérica y gran propulsor del" trabajo en equipo" (De Marco, Miguel. RES GESTA 2010;48:97-128). Sorprende descubrir, en función de la prolífica y fecunda tarea desarrollada, que en el año de su deceso contaba con tan sólo 51 años de edad.
Se graduó con medalla de oro en la Facultad de Medicina de Buenos Aires en 1915, iniciando su experiencia quirúrgica junto a su hermano.
En 1916 cursó un año como interno de la Clínica Mayo en Rochester (EEUU), en 1917 trabajó en Hospitales de Londres y al año siguiente en el Hospital Neckerde París.
Se interesó por nacientes Especialidades como la Ortopedia y Traumatología y la Cirugía Plástica y Reconstructiva, viajando a Viena y Bolonia a tales fines.
En 1931 viajó a Moscú, contratado por el Gobierno de la Unión Soviética para organizar el Servicio de Traumatología del Hospital de Emergencias Sklyfasowsky y en 1934 se trasladó nuevamente a esas remotas tierras para poner en funcionamiento el Servicio de Traumatología del Hospital Basmaya de Moscú, que hoy lleva su nombre.
Publicó cuatro libros: "lmpresiones de un Cirujano argentino en Moscú", "La Medicina en Rusia", "Socialización de la Medicina" y "Cirugía Plástica", éste último el primer libro de la especialidad publicado en castellano en el mundo.
En 1945 editó, junto con el Dr. Emilio Pizarro Crespo, su libro "Medicina Psicosomática", del cual nos referiremos posteriormente, introduciendo el concepto de "Eubiatría" o Medicina Integral.
Fue Profesor Adjunto de Clínica Quirúrgica de la UNL, Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cirugía y Miembro Fundador y posterior Presidente de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica.
En esta última Especialidad su tarea fue continuada por su discípulo, el Dr. Alberto Albertengo quien fuera becado por la Orden de Malta y asistido al Servicio del Prof. Gustavo Sanvenero Roselli en la ciudad de Milán en el prestigioso "Padiglione per i mutilati del viso".
El nombre de Lelio Zeno figura en una placa a la entrada del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, junto con otros grandes Maestros de la Medicina argentina. (Zeno, LA. “Lelio Zen *.2010." 100 Años del Círculo Médico de Rosario*. Ed. CMR)
Al retirarse del ejercicio de la profesión eligió instalarse, lejos de todo honor, en "la tierra virgen, el poblador ingenuo y las costumbres sencillas de una isla del Delta del RÍO de la Plata" (Dr. Baravalle, Norberto. Anales de Cirugía. * Dr. Lelio Zeno *.1968;33(3):67-8}
En sus exequias, el entonces Presidente de la Sociedad de Ortopedia y Traumatología del Litoral, Prof. Francisco Celoria expresó "ha sido ciertamente una personalidad múltiple, polifacética, en muchos aspectos un autodidacta, dotado de una imaginación difícil de superar, pero asimismo permeable a todas las sugerencias que considerara progresistas y con una auténtica sensibilidad a las manifestaciones del espíritu" (Dr. Ceioria, Francisco. Anales de Cirugía. “Dr. Lelio Zeno*. 1968;33(3}:65-6).
El Dr. Oscar Carnes (1901 - 1980) nació en Río Segundo, provincia de Córdoba. Cumplió sus estudios secundarios en el Colegio Nacional N°1 de Rosario y los años de Medicina en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), graduándose en 1925.
Inmediatamente comenzó su tarea al lado de Artemio Zeno y 12 años más tarde, en 1937 y a los 36 años de edad, cuando fue designado como sucesor de aquel en la Cátedra de Clínica Quirúrgica, expresó en su discurso su reconocimiento al Maestro y la grave responsabilidad de continuar su obra.
En 1935 y en forma conjunta con Lelio Zeno fueron designados Directores de la recientemente fundada revista Anales de Cirugía (del Británico), considerada como una de las publicaciones científicas más importantes del país en los años siguientes.
Siguiendo con la prédica de su predecesor fomentó el estudio de la Cancerología y la Traumatología (cuando todavía no formaban parte del plan de estudios de la Facultad), impulsó la actividad conjunta multidisciplinaria y de los estudios pre y postoperatorios.
En 1936, conjuntamente con los Dres. Lelio Zeno y Oscar Marottoli, realizó un viaje de perfeccionamiento por grandes Centros de Europa (Berlín Munich, Viena y Milán) y los Estados Unidos, quedando admirado por la perfecta organización de dichas entidades y aplicando a su vuelta las mismas en las Instituciones donde desarrollaba su labor.
Como investigador responsable, Carnes fue autor de más de cien trabajos científicos y comunicaciones, mantenidas todas dentro de la sobriedad y la responsabilidad que lo caracterizaban.
Atribuyéndose el cierre del primer Ductus Arterioso al Dr. Ricardo Finocchietto en el Hospital Rawson de la ciudad de Buenos Aires, fue Carnes quien realiza con éxito el segundo en nuestra ciudad. (Siciliano,A.
2008. ¿Es la Cirugía Cardiovascular Infantil una especialidad reciente o antigua? Rev Hosp Niños B Aires;50 (229):228-33)
Carnes ocupó casi todos los cargos honoríficos que puede alcanzar un Cirujano argentino en su país, fue Presidente de la Sociedad de Cirugía de Rosario en el período 1940-1941 y fue designado Miembro Correspondiente nacional de la Academia Nacional de Medicina en 1965.
Como dato anecdótico, pero de gran implicancia, cabe citar que era tal la identificación de estos Maestros con la Institución que fundaran, que tanto Carnes (quien se incorporara a la misma meses desde antes de su graduación) como Artemio Zeno aparecen en los archivos de la Sociedad de Cirugía de Rosario con el domicilio de Paraguay 40 y no de sus hogares familiares.
En la reseña de anterior apartado sólo hemos querido reflejar una sintética biografía de nuestros Socios Fundadores, pero son muchos los distinguidos profesionales que engrandecieron los primeros años de vida institucional.
MÉRITOS EN LAS PRIMERAS DÉCADAS
Con el riesgo del injustificado olvido de alguno de ellos, vale citar en el primer cuarto de siglo de nuestra existencia (hasta 1950) a los Dres. Oscar Marottoli, Raúl Mayer, Claudio D. Saloj, Adolfo Fort, Ricardo Ercole, Raúl Nosti, José M.Cid, Saúl de Azcuénaga, Santiago Codino, Alejandro Bugno- ne, Julio Acebal, Guillermo Schneider, Emilio Pizarro Crespo, Alfredo Cesanelli, Fernando Tricerri, Pedro Ivancich, Eduardo Kozameh, Juan Albertengo, Norberto Baravalle, Juan V. Gurruchaga, Carlos Silvestre Begnis, Víctor Argonz, Ricardo Mon, Adolfo Lavarello, Arnaldo Dolzani, Pedro Figueroa Casas, Amoldo Didier, Francisco Celoria, Alberto Albertengo y Francisco Delisio, entre otros. (Torres,Luciano. “Sanatorio Británico. Memorias: sus hombres y sus mujeres.I996. Talleres Gráficos San Miguel).
Siendo innumerables los aportes y méritos de los citados a nuestro Sanatorio, la ciudad toda y aún la Nación, habida cuenta de la época de oro de la Medicina rosarina en las décadas del 30,40 y 50 del pasado siglo, sólo se mencionarán algunos logros de las primeras décadas de existencia^ saber:
1) Artemio y Lelio Zeno fueron discípulos, como se citara, de Bartolomé Vasallo (1874 - 1943), quién había nacido en Gualeguay (Entre Ríos) y graduado en Buenos Aires.
Ambos continuaron y perfeccionaron una Escuela Quirúrgica notable en una generación donde ya figuraban Benjamín Abalos, Alejandro Carones, Bernardo Dell~Oro y Tomás Varzi.
En la Cátedra, distintas Jefaturas, participaciones en Sociedades, numerosas visitas a Centros internacionales de avanzada y un sinnúmero de publicaciones, sentaron las bases de una renovada Clínica Quirúrgica, revolucionando sus técnicas y abriendo las bases para el desarrollo de nuevas Especialidades como la Ortopedia y Traumatología, la Cirugía Plástica y Reconstructiva, la Cirugía Oncológica etc.
Dan origen a una tradición quirúrgica de excelencia en nuestra Institución, la que es continuada años más tarde por excelentes Cirujanos cuya enumeración y méritos en años posteriores superan los límites de este trabajo. Es de citar que Artemio Zeno introduce la idea del Trabajo en Equipo, concepto inusual para la época, y en su libro "La Cirugía. Ayer y Hoy "en 1935 escribe: "ha llegado la hora de pensar en la necesidad de formar equipos completos".
2) Desde la Cátedra de Clínica Quirúrgica se impulsó el desarrollo de una joven Especialidad, la Ortopedia y Traumatología, que tienen en los Dres. Lelio Zeno y Oscar Marottoli unos de sus pioneros fundamentales. Los citados crearon en el Sanatorio los Talleres Ortopédicos donde se desarrollaron y construyeron aparatos ortésicos, debiendo hacer mención la intensa labor de Maróttolli durante la epidemia de Poliomielitis que azotó nuestro país en la década del / 50.
Éste fue asiduo visitante de jerarquizados Centros Traumatológicos del nuevo y antiguo continente, teniendo a Victorio Putti (Bologna) y Mario Donatti (Milán) como sus referentes, quienes tuvieron la ocasión de conocer nuestro Sanatorio en ésta, tan distante, ciudad sudamericana.
Su prolífica tarea fue continuada y enriquecida años más tarde por sus discípulos, los Dres. Amoldo Didier y Francisco Celoria.
3) Artemio Zeno tiene a uno de sus discípulos más distinguidos en la figura de Leandro D Saloj, quien crea en el Hospital del Centenario un Centro de Cancerología en 1930 y poco más tarde el Departamento de Cancerología en el Sanatorio Británico, contando con la inestimable colaboración del Dr. Raúl Mayer, Radiólogo y Radioterapeuta formado en Alemania y del Dr. José María Cid, eximio Histopatólogo y creador del Archivo Histopatológico de nuestra institución. (Torres, Luciano. ‘Sanatorio Británico? Memorias: sus hombres y sus mujeres. 1996. Talleres Gráficos Sor.i Miguel).
Desgraciadamente Saloj muere prematuramente a los 31 años de edad en 1935 y es su Maestro quién expresó en sus exequias: "otros vendrán, lo sé...pero nadie podrá brindarme los años de camaradería que he vivido con él, el hondo afecto hecho del conocimiento y la estima que me unían a este joven admirable...mi discípulo dilecto y bien amado..." (DeMarco, Miguel. RES GESTA 2010;48:97-128).
4) En 1935 se funda la Fundación Médica Zeno-Cames, siendo la primera en Sudamérica y la tercera en América toda, ya que sólo se contaba con las Fundaciones Rockefellery Guggenheim,ambas Norteamericanas.
Sus becarios actuaban un año en el Sanatorio y en Hospitales de nuestra ciudad correspondiendo las becas iniciales a los Dres. Juan Riquelme Vargas en 1935 (Santiago de Chile), Manuel Giagni en 1936 (Asunción del Paraguay) y Jorge de Romaña en 1937 (Lima -Perú). Es sorprendente como Artemio Zeno escribe en dicho año: "Uno de los hechos que más llaman la atención del estudioso que contempla el panorama científico de los países iberoamericanos es @1 desconocimiento mutuo, casi total, de las actividades de sus centros culturales".
Propone entonces como posibles intentos de solución el intercambio de material científico, la centralización en una capital de Latinoamérica de un registro bibliográfico, la creación de una bolsa de estudio para que jóvenes colegas pudieran viajar a otros Centros y otras notables propuestas. (Zeno, Artemio/~Fundación Zeno-Cames". Anales de Cirugía. 1935; 1 (1):98-100).
5) En junio de 1935 se publicó el primer número de la Revista "Anales de Cirugía " bajo la dirección de los Dres. Lelio Zeno y Oscar Carnes,siendo su Secretario de Redacción el Dr. Oscar Marottoli e integrando el Comité de Redacción los Dres. Artemio Zeno, José M Cid, Ricardo Ercole, Claudio D. Saloj y Raúl Mayer. Dicha publicación se constituyó en el "órgano de difusión del Instituto de Cirugía del Sanatorio Británico" y de toda la actividad médica de la Institución además de ser de las primeras en su género en la Argentina, siendo en su época una publicación científica única al ser totalmente solventada económicamente con dinero de un Sanatorio Privado. Para graficar la importancia y repercusión alcanzada en 1938, y a sólo tres años del inicio de su publicación, ya la Biblioteca recibió en canje más de ochenta revistas científicas internacionales, tanto de América como de Europa. Su publicación continuó hasta la década del /80 siendo posteriores directores de la misma el Dr. Juan V. Gurruchaga y más tarde el Dr. Alberto Albertengo.
6) En 1945 y por la Editorial local "El Ateneo" aparece el libro "Clínica Psicosomática" de los Dres. Lelio Zeno y Emilo Pizarro Crespo.
Este constituye el primer libro sobre esta temática aparecido en Sudamérica y escrito desde Especialidades que, en apariencia, distan mucho de la temática abordada.
Su editoralista, el uruguayo Prof. Emilio Mira y Moras, en el prólogo señala con acierto "por primera vez permitirá a muchos Clínicos salvarse de la "tuerta" exploración que ahora practican y que, naturalmente, les conduce a un diagnóstico unilateral e insuficiente, apenas válido para combatir la "fachada sintomática" que exhibe el enfermo, pero totalmente inoperante para suprimir sus causas reales de sufrimiento"
Y agrega, para nuestra sorpresa por lo actual y moderno de su planteo, "el próximo paso de la Ciencia Médica será hacia una Medicina Integral que además de su enfoque psicosomático y somatopsíquico (propiamente Antropológico y Antropodinámico), tomará en cuenta la influencia Genética (Patología Constitucional) y el factor Ecológico". (Mira y Moras, E. prólogo "Clínica Psicosomática" 1945. ed. El Ateneo).
7) Un aspecto muy interesante a destacar es fruto de una mentalidad en ciertos aspectos de tinte, por denominarla de alguna manera, "progresista o no tradicional", de alguno de sus pioneros.
Esto es, la organización económica que poseía el Instituto Politécnico de Cirugía (IPC), que constituía la matriz central de la Institución sobre la cual se agrupaban otros Servicios Asociados (contando éstos con diferente estructura salarial).
El IPC estaba constituido por Cirugía General, Ortopedia y Traumatología, Neurología y Neurocirugía, Clínica Médica, Anestesiología, Urología, Gastroenterología y Cirugía Plástica y Reparadora.
Todos los profesionales que lo integraban cedían sus honorarios a un Fondo Común que era repartido a posteriori según un puntaje asignado (con un tope o máximo fijado) dentro de una carrera médico-institucional, el cual se modificaba anualmente según la antigüedad, no dejando de lado el mérito docente (era obligatorio su ejercicio en la Universidad), académico (según la actividad ejercida en las diferentes Sociedades Científicas) y de producción económica individual, amén de la evaluación de los atributos éticos y de compromiso con la Casa.
Los nuevos ingresantes (denominados "Socios Industriales") lo hacían por un plazo determinado durante el cual se le descontaba el 20% de sus honorarios; ese porcentaje acumulado se registraba como aporte personal para la compra de acciones según un contrato suscripto al ingresar y que implicaba el compromiso de solicitar su ascenso a la categoría de "Socio Completo" al término del período pactado, donde se debía completar en efectivo la diferencia con lo ya aportado en concepto de retenciones mensuales.
Otros aspectos a destacar de este novedoso convenio eran la continuidad del pago de los haberes durante un eventual período de enfermedad así como durante el necesario tiempo de vacaciones y la posibilidad de recibir una jubilación, solventada por el sistema, a partir de los 55 años de edad.
A inicios de los ochenta y en virtud de desavenencias entre sus integrantes y sobre todo de la diferente producción y el crecimiento desparejo de la rentabilidad (en ocasiones de forma gravemente inequitativa) de algunas Especialidades sobre otras, se provocó su desaparición.
8) Todo lo anteriormente referido es incompleto si no aludimos al resto de los integrantes de nuestra Institución, quienes tanto en sus primeros años como en el transcurso de toda nuestra historia, trabajaron con tesón y ahínco para engrandecer nuestro Sanatorio.
Con seguridad ha sido el espíritu innovador y profundamente creativo de sus pioneros los que dotaron de un concepto de pertenencia y de orgullo a la totalidad de los trabajadores de nuestra Institución.
Nuestro homenaje entonces para los Profesionales no Médicos, Enfermeras/os, Personal Administrativo, Mucamas, Agentes de Mantenimiento y tantos otros que comparten cotidianamente la actividad en éste, nuestro querido "Segundo Hogar".
El autor agradece al Dr. Héctor Berra - Presidente de la Asociación de la Historia de la Medicina, Filial del Círculo Médico de Rosario - por sus valiosos aportes en las charlas mantenidas y por la bibliografía aportada. De la misma forma al Sr Roberto M. García - a cargo de la Biblioteca del Círculo Médico de Rosario - por su entusiasmo en la búsqueda y recuperación de material que enriquece este artículo
Prof. Dr. Manera Jorge A.
Jefe de Servicio Clínica Médica
Presidente Comité Docencia
Prof. Adj. PFO-Escuela Medicina-IUNIR
Ex Presidente Asoc. Medicina Interna de Rosario